Explorando el Papel de las Clínicas de Dolor Crónico: Potencial para la Reducción de Opioides

Antecedentes: El manejo del dolor crónico no maligno con dosis altas de opioides ha contribuido parcialmente a la epidemia actual de opioides, con cierta responsabilidad compartida por las clínicas de dolor crónico. Tradicionalmente, tanto los proveedores de atención primaria como los pacientes utilizaban las clínicas para el dolor crónico como fuente de tratamiento médico continuo de los pacientes que tomaban dosis altas de opioides, lo que a menudo resultaba en tolerancia y dosis crecientes. Aunque los opioides siguen siendo un componente importante del manejo de algunas afecciones de dolor crónico, se debe documentar la mejora de la función y la comodidad. Las clínicas para el dolor son ideales para reducir el uso de opioides al tiempo que mejoran el dolor y la función con el uso de un enfoque multimodal para el manejo del dolor. Evaluamos si la aplicación de un tratamiento multimodal dirigido por especialistas en dolor en una clínica del dolor proporciona una mejor función y dosis reducidas de analgésicos opioides.

> Objetivo: Evaluamos el papel de una clínica del dolor con personal de médicos del dolor capacitados en becas para reducir el dolor y el uso de opioides en pacientes con dolor crónico no maligno.

Diseño del estudio: Este estudio utilizó un diseño retrospectivo.

Entorno: La investigación se realizó en un ambulatorio de dolor en un centro de referencia terciario / hospital universitario.

Métodos: De las 1268 fichas revisadas, 296 pacientes estaban en tratamiento con opioides crónicos en el momento de la primera evaluación. Después de una evaluación exhaustiva, los pacientes fueron tratados con farmacoterapia no opioide y procedimientos intervencionistas para el dolor, según fuera necesario. Los datos utilizados de la última visita de seguimiento de los pacientes incluyeron el nivel de dolor actual utilizando la Escala de Clasificación Numérica (NRS-11), el uso de opioides y varios parámetros funcionales.

Resultados: las puntuaciones del NRS-11 disminuyeron un 33,8% de 6,8 (± 0,1)/10 a 4,5 (± 0,2)/10. La frecuencia del dolor y el número de episodios de dolor mejoraron en 36,8 ± 2 y 36,2 ± 2,1, respectivamente. Además, la capacidad de dormir, trabajar y realizar tareas domésticas mejoró significativamente. El consumo total de opioides disminuyó en aproximadamente un 55,4%, de 53,8 ± 4 a aproximadamente 24 ± 2,8 MME/paciente/día. Limitación

: Este estudio no es un estudio aleatorizado, prospectivo y controlado. Los pacientes analizados siguen recibiendo terapia y su estado de dolor puede cambiar. Algunos opioides están subrepresentados en la cohorte analizada. Finalmente, este estudio carece de estratificación en profundidad por tipo de dolor, edad, sexo y duración del uso de opioides.

Conclusión: Las clínicas para el dolor crónico pueden desempeñar un papel fundamental en la reducción del consumo de opioides, al tiempo que mejoran el dolor y la función en pacientes con opioides crónicos. Queremos enfatizar la importancia de asignar recursos a tratamientos no opioides que puedan mejorar la función y el bienestar de los pacientes.

Palabras clave: Clínica del dolor, manejo del dolor, manejo multimodal del dolor, dolor crónico, reducción de opioides, dolor mejorado, capacidad funcional mejorada.

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