Puntas de chanclas superiores para limpiar y revivir su calzado de confianza

Piense en cuántas millas de playa dorada, loma cubierta de hierba o camino asfaltado ha caminado con sus chanclas. Es porque son tan asequibles, versátiles y cómodos que llegas tan lejos con ellos. Te han hecho sentir orgulloso, pero ahora es el momento de devolver el favor. Ya sean de espuma, lona o cuero, aquí hay algunos consejos para que tus zapatos de confianza se vean como nuevos.

Toallitas para bebés, el rey de los productos de limpieza

Las chanclas hechas de espuma EVA o goma se limpian mejor con toallitas para bebés. Este producto genial también es ideal para chanclas Crocs, que están hechas de una resina de espuma llamada Croslite.

Mezcle

No hemos encontrado nada mejor que las buenas toallitas húmedas para bebés, pero si no tiene ninguna a mano, pruebe con bicarbonato de sodio y agua o jugo de limón.

Blanco nacarado

Otra opción es usar un poco de grasa: moje un cepillo de dientes viejo, frótelo en una barra de jabón y frótelo como loco.

Trate los zapatos de lona como su sofá

Para correas de lona y chanclas con tapa de lona, use un limpiador de tapicería y un paño húmedo. Pero tenga cuidado con las joyas de la corona: las chanclas con un efecto decorativo de joyas deben lavarse a mano.

Cuero cepillado

Si no te gusta ese look bien usado, limpia las sandalias de cuero con un cepillo suave y agua tibia antes de aplicar un producto de limpieza de cuero. Use agua con moderación y seque con palmaditas.

Pegado como pegamento

Para los desagradables pegados, como el chicle, la mejor solución es congelarlo. Primero, sostenga un cubo de hielo contra él. Si esta congelación rápida no te permite limpiarla, es hora de ponerte serio: pon tus chanclas en una bolsa de plástico y en el congelador durante unas horas. Eso debería funcionar.

Tómelos para dar una vuelta

Deje caer sus aletas de EVA en la lavadora o el lavavajillas, pero use un lavado frío para mayor protección.

Empápalo

Deja tus chanclas de espuma en un cubo lleno de agua tibia mezclada con detergente líquido o detergente en polvo. Cuando la suciedad empiece a dar color al agua, frótala con un cepillo duro, un cepillo de dientes viejo o una almohadilla para fregar, y enjuágala con agua fría.

Un tiempo para secar

Al secar las chanclas, voltéelas y déjelas fuera de la luz solar directa. Esto evitará que el agua quede atrapada dentro de la suela, lo que podría dejarte haciendo ese molesto sonido de silenciamiento.

Subir vapor

Si tienes algo tan grande como un limpiador a vapor, esto funciona muy bien. Frote el accesorio del cepillo en una barra de jabón y observe cómo se desliza la suciedad mientras se vaporiza. También puedes probar con una lavadora a presión, aunque es posible que quieras asegurar tus chanclas para que no se despeguen.

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