Turismo de Tordesillas

Isabel: Madrigal, 1451 – Medina del Campo, 1504
Fernando: Sos, 1452 – Madrigalejo, 1516

Los Reyes Católicos es el título con el que se conoce históricamente a la Reina Isabel I de Castilla y al Rey Fernando II de Aragón, otorgado por el Papa Alejandro VI.

Los monarcas fueron los últimos representantes efectivos de la dinastía Trastámara en el reino de Aragón y Castilla. En los tiempos de su reinado, la Corte era móvil. Pasó largas temporadas en el Palacio Real de Tordesillas. El reinado de los Reyes Católicos ha sido considerado como el punto de partida de la unidad y de la grandeza de España. Isabel era hija de Juan II de Castilla, mientras que Fernando era hijo de Juan II de Aragón. Eran primos hermanos, una vez retirados.

Cuando muere Juan II de Castilla, Enrique IV (hermano de Isabel) lo sucede. La debilidad de Henry hace dudar incluso de la legitimidad de su hija (Joanna), que se decía que era la hija de Beltrán de la Cueva.

La nobleza le presiona y nombra heredera a su hermana Isabel, en «Concordia de los toros de Guisando» en 1468. Fue desheredada más tarde cuando se casó con el Infante de Aragón.

Cuando Enrique IV murió, comienza una guerra al trono entre Isabel y Juana la Beltraneja. Las tropas portuguesas apoyaron a Juana, que estaba casada con el rey portugués Alfonso V, y las tropas de Aragón apoyaron a Isabel. En 1476, las tropas de Fernando, el monarca católico, abandonan el Palacio Real de Tordesillas, donde fueron cuarteados para ganar a las tropas de Alfonso V en la batalla de Toro. Finalmente, las tropas de Isabel y Fernando terminan ganando las tropas portuguesas (1479).

Fernando, el monarca católico, es nombrado heredero al trono de Aragón cuando su hermano, Carlos de Viana, murió en 1461. Llega al trono en 1479 cuando su padre murió. Además, el mismo año se produce la unidad dinástica entre Aragón y Castilla.

La Reconquista terminó con la ocupación de Granada en 1492. Apoyaron a Cristóbal Colón cuando fue en busca de una ruta alternativa para llegar a la India, lo que implicará una fuente interminable de nueva riqueza para el reino, así como un expansionismo extranjero.

En 1494, solo dos años después del descubrimiento de América, los Monjes católicos y Juan II de Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas.

En 1504, Isabel la Católica muere en Medina del Campo. Debido a eso, su hija, Joanna, se convirtió en la heredera del trono. El testamento de la Reina declaró que Fernando asumía la regencia si Juana se encontraba incapacitada para reinar. Sin embargo, la nobleza castellana prefería los privilegios que le ofrecía Felipe el Hermoso. Su muerte prematura hizo que Fernando fuera requerido en Castilla de nuevo para que ejerciera la regencia del trono en lugar de su hija Juana.

Cuando Fernando, el Monarca Católico, murió en 1516, su nieto Carlos I heredó el trono español.

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