La terapia cognitiva conductual (CBT) ahora se utiliza para tratar la esquizofrenia. Dicha terapia se conoce como TCC para la psicosis (TCC). Algunas técnicas empleadas en la TCC para trastornos del estado de ánimo y ansiedad también son útiles en el tratamiento de la esquizofrenia. Los terapeutas también deben estar atentos con respecto al establecimiento de una relación y relación con los pacientes, y deben ser conscientes de los sesgos cognitivos característicos asociados con la esquizofrenia. Las pautas para el CBTp propuestas por algunos grupos clínicos y de investigación incluyen: (1) empirismo colaborativo, (2) mejora de la flexibilidad en la cognición y el comportamiento, así como mejora de las estrategias de afrontamiento, (3) evaluación exhaustiva y formulación de casos, (4) normalización del déficit de información y (5) prevención de recaídas. Varios estudios clínicos en países de Europa y América del Norte han proporcionado pruebas sólidas de la eficacia del CBTp. Sin embargo, algunas preguntas siguen sin respuesta. En el Japón, en consonancia con el sistema nacional de servicios psiquiátricos, se espera que el CBTp se siga desarrollando y se practique para mejorar la CV de las personas con esquizofrenia.