Una receta para una sopa de pollo cremosa y reconfortante con estragón fresco y suaves almohadas de ñoquis.
Somos lo que pretendemos ser, por lo que debemos tener cuidado con lo que pretendemos ser. – Kurt Vonnegut, Noche de la Madre
La nieve exterior sigue cayendo en intervalos, el sol asomándose entre los ataques y arranques. Como si el clima no pudiera decidir lo que quiere ser todavía.
En el interior, agarro mi té y me enrollo más profundamente en mi silla. Parece que he olvidado cómo sentarme en él correctamente. Me tiro de las rodillas vestidas de pijama a la barbilla y miro fijamente las fuentes de las redes sociales que se desplazan, los momentos más destacados de la vida de todos en exhibición, toco dos veces para dar me gusta. Mi cabello recogido en un moño desordenado, un suéter envuelto alrededor mío, miro el reloj, me levanto y empiezo a hacer sopa.
Me ducho justo antes de que lleguen a casa, me pongo jeans y una camiseta, un suéter más limpio. Me cepillo el cabello, aplico delineador alrededor de los ojos para ocultar los anillos rojos. Miro a la persona en el espejo. Les pregunto cómo fue su día, ordenamos sus mochilas, vaciamos los almuerzos y nos acomodamos en la noche.
El estragón francés tiene un sabor dulce similar al anís, que agrega un toque diferente a una sopa de pollo tradicional. Me parece que combina bien con el mirepoix tradicional de cebollas, zanahorias, apio, y como crece en abundancia en mi jardín de hierbas escondido junto a la casa, tiendo a tener más de lo que necesito y a menudo me quedo tratando de encontrar formas de usarlo, como la sopa.
No hay nada particularmente llamativo en esta sopa. Está hecho de caldo que cociné a fuego lento en mi estufa, restos de una cena de pollo asado estirados un poco más. El pollo sobrante también se agrega aquí. Hierbas del jardín, un poco de crema. Opté por ñoquis de patata en lugar de pasta, las almohadas suaves actuaban como albóndigas en la base cremosa.
Es humilde en el mejor de los casos, ya que lo coloco frente a mi familia para la cena, panecillos crujientes servidos junto a tazones humeantes, pero brilla a su manera. El estragón se mezcla bien con las verduras y el pollo, y los ñoquis masticables y la crema hacen que se sienta un poco indulgente. Es sopa de fideos de pollo fingiendo ser algo más y, en efecto, convirtiéndose en algo más.
Ingredientes
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 taza de cebolla amarilla, finamente picada
- 1/2 taza de zanahorias en rodajas
- 1/2 taza de apio en rodajas
- 2 dientes de ajo, picados
- 5 tazas de caldo de pollo
- Para el ramo garni:
- 2 hojas de laurel
- tallos de estragón (picados a continuación)
- 1 cucharadita de granos de pimienta negra enteros
- 1 taza de pollo cocido picado
- 1 taza de ñoquis de patata
- 3 cucharadas de estragón fresco picado
- 1/4 taza de crema espesa
- sal y pimienta