Aparte de sus efectos negativos sobre el clima, el CO2 también es un recurso valioso, que contiene carbono, uno de los elementos más utilizados y procesados en la Tierra. Hoy en día, se emiten más de 30 Gt de CO2 cada año, con una tendencia creciente. De esta cantidad, la mayor parte se debe a la quema de combustibles fósiles; solo una pequeña fracción proviene de combustibles renovables. En este estudio se examinan las fuentes renovables de CO2 en términos de su potencial actual, a corto plazo (2030) y a largo plazo (2050). La producción actual y potencial del mercado futuro se basa en una revisión de la bibliografía relativa al futuro mercado de la energía y los marcos normativos. Como referencia para la utilización del CO2, se investigan tres opciones de combustible prometedoras (metanol, metano y futuros combustibles Fischer-Tropsch). Junto con las capacidades de producción, la demanda de H2 para la conversión se calculó sobre la base de simulaciones de procesos químicos. Uno de los objetivos de este estudio era ofrecer una visión general de la gama prevista de reciclado de CO2 procedente de fuentes no fósiles. Se encontró que las cantidades de CO2 no fósil están muy por detrás de las cantidades de CO2 fósil (6,8% de la provisión de CO2 fósil en 2015). Sin embargo, con el aumento de la demanda de productos basados en el CO2 y la disminución simultánea de la cantidad y la disposición a utilizar CO2 fósil, en el futuro el CO2 no fósil aumentará en importancia (alcanzando hasta el 23% de la provisión de CO2 fósil en 2050). El estudio muestra que el CO2 de fuentes no fósiles es una fuente fiable y disponible de carbono.