El daño o las enfermedades de los riñones y el hígado son causas comunes de proteinuria, pero la afección también puede indicar una infección del tracto urinario, señala Vetinfo. Las infecciones del tracto urinario pueden alterar la composición de la orina y causar altos niveles de proteínas. Las enfermedades inmunitarias que hacen que el cuerpo ataque su propio tejido también pueden causar la afección, y el cáncer es una causa potencial. Algunos gatos son genéticamente más propensos a desarrollar esta afección, al igual que los gatos diabéticos y los gatos con enfermedad de Cushing. La lombriz pulmonar, la dirofilaria y la enfermedad de Lyme son enfermedades parasitarias que pueden causarla.
Cualquier síntoma adicional que experimente el gato depende de la causa, pero puede incluir micción frecuente, aumento del consumo de agua, pérdida de peso, disminución del apetito, ictericia y agitación, afirma Vetinfo. Un diagnóstico de proteinuria requiere un análisis de orina por parte de un veterinario y una comparación de los niveles de proteína y creatinina para determinar la gravedad. Se necesitan pruebas adicionales para evaluar la causa subyacente de la proteinuria, y el tratamiento depende de la causa. Reducir el consumo de proteínas en la dieta ayuda a los gatos con daño renal.