La hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) es un trastorno de células madre hematopoyéticas clonales adquiridas caracterizado por la mutación somática del gen ligado al cromosoma X PIG-A, requerido para la biosíntesis de anclaje de glicosilfosfatidilinositol (GPI). Esto resulta en la ausencia o disminución de la expresión de todas las proteínas de membrana normalmente ancladas por GPI, incluidas las CD55 y CD59, en todas las células circulantes, lo que lleva a una sensibilidad inusual de los glóbulos rojos (glóbulos rojos) para complementar la lisis y, posteriormente, la hemólisis intravascular y la hemoglobinuria. De acuerdo con el modelo de» patogénesis dual», hay una selección inmunorreguladora a favor de los clones de HPN para proliferar preferentemente sobre la hemopoyesis normal en un microambiente de insuficiencia de médula ósea. La incidencia de defectos «similares a la HPN» también se ha demostrado en muchas enfermedades hematológicas y en células de sangre periférica (CBP) de individuos normales.
Se reconoce que el sistema de complemento tiene el potencial de provocar un deterioro grave de los tejidos del huésped. Esto está ampliamente demostrado en el entorno de la enfermedad autoinmune. Múltiples enzimas reguladoras e inhibidoras, como CD55 y CD59, conocidas como proteínas reguladoras del complemento, ajustan la progresión de la cascada del complemento en todos los niveles, protegiendo las células autólogas. La activación del complemento y las citopenias se han asociado con una disminución de la expresión de CD55 y/o CD59 en las membranas de los glóbulos blancos. El objetivo de este estudio fue evaluar la presencia de poblaciones de glóbulos rojos «tipo HPN» en pacientes con enfermedades reumáticas e investigar posibles correlaciones con parámetros clínicos o de laboratorio.
Se evaluó la expresión de CD55 y CD59 en eritrocitos de 113 pacientes (94 mujeres, 19 hombres, mediana de edad: 64 años) con enfermedades reumáticas: 38 con artritis reumatoide, 25 con lupus eritematoso sistémico, 17 con síndrome de Sjögren, 7 con esclerosis sistémica, 12 con vasculitis, 2 con dermatomiositis, 1 con espondilitis anquilosante y 11 con enfermedad mixta del tejido conectivo, utilizando el sistema de microtipo de gel de sephacrilo, un método semicuantitativo, barato y sencillo útil en el cribado de defectos de glóbulos rojos «tipo HPN», con sensibilidad comparable a la de la citometría de flujo. También se estudiaron ciento veintiún (121) donantes de sangre sanos de edad y sexo similares y 10 pacientes con HPN, como grupos de control. En todas las muestras con glóbulos rojos CD55 y/o CD59 negativos, también se realizaron pruebas de jamón y sacarosa.
Curiosamente, la mayoría de los pacientes (104/113, 92%) demostraron poblaciones eritrocitarias «similares a la HPN»: 47 (41,6%) con deficiencia concomitante de CD55 y CD59, 50 (44,2%) con deficiencia aislada de CD55 y 6 (6,2%) con deficiencia aislada de CD59. En donantes sanos, solo 2 (1%) tenían glóbulos rojos con negatividad concomitante de CD55/CD59 y 3 (2%) con deficiencia aislada de CD55 o CD59. Los clones eritrocíticos «similares a la HPN» nunca superaron el 25% de la población total de glóbulos rojos, mientras que la proporción más común de deficiencia para ambos antígenos fue del 10%. Todos los pacientes con HPN presentaron deficiencia simultánea de CD55/CD59. Por otra parte, debe ser muy claro que encontramos una relación sin precedentes entre la hemoglobina de los pacientes (Hb) y la expresión de CD55 en los glóbulos rojos (rs= -0,205, p=0,029), mientras que hubo una diferencia significativa (δ) cuando se comparó la concentración media de Hb entre los pacientes con expresión normal de CD55 y aquellos con deficiencia de esta proteína (δ=-1,4534 g/dl, p=0,0151). No hubo evidencia clínica o de laboratorio de hemólisis en nuestros pacientes. No hubo asociación entre la presencia de poblaciones de glóbulos rojos «similares a la HPN» y citopenias o tratamiento específico para el trastorno autoinmune. Las pruebas de Ham y sacarosa fueron positivas solo en pacientes con HPN.
En conclusión, este estudio proporciona evidencia que apoya la presencia de eritrocitos con deficiencia de CD55 y / o CD59 en pacientes con enfermedades reumáticas. La preexistencia de pequeños clones de HPN en la médula ósea de estos pacientes, que adquieren una ventaja de supervivencia al proliferar contra el tejido hemopoyético normal y se vuelven detectables con nuestra metodología, puede ser la causa subyacente de este fenómeno. Además, se demostró que la deficiencia de CD55 en los glóbulos rojos influye en los niveles de Hb en estos pacientes. Se requerirán más estudios, utilizando técnicas moleculares, para aclarar los mecanismos fisiopatológicos exactos de esta deficiencia.
No hay conflictos de intereses relevantes que declarar.