Este es el análisis filogenético más completo de los Characidae hasta la fecha y la primera hipótesis a gran escala de la familia, combinando innumerables datos morfológicos con información molecular. Se analizaron un total de 520 caracteres morfológicos, de los cuales 98 son de nueva definición. Entre los taxones analizados, se codificaron 259 especies examinando especímenes, se codificaron tres especies fósiles de la literatura, una especie se codificó casi por completo a partir de figuras publicadas, 122 se codificaron parcialmente de la literatura y 88 se analizaron exclusivamente a partir de datos moleculares. El número total de especies en el conjunto de datos analizado es de 473. Los análisis se realizaron por parsimonia bajo ponderación implícita igual y extendida con una amplia gama de parámetros. La hipótesis final se seleccionó utilizando un criterio de estabilidad que elige entre los árboles más parsimoniosos de todas las búsquedas. Se encontró al ponderar caracteres moleculares con la homoplasia promedio de particiones enteras (marcadores). La hipótesis resultante es congruente con las filogenias moleculares previas de la familia. Los Characidae son monofiléticos, con cuatro clados principales: la nueva subfamilia Spintherobolinae; un Stethaprioninae expandido que incluye a los Grundulini, Gymnocharacini, Rhoadsiini y Stethaprionini; los Estevardinae; y un clado compuesto por Aphyocharacinae, Characinae, Cheirodontinae, Exodontinae y Tetragonopterinae. También se encontró un tallo Characidae, formado por los géneros †Bryconetes y †Paleotetra del Eoceno-Oligoceno como grupos hermanos sucesivos de miembros existentes de la familia. Se propone una clasificación subfamiliar, pero aún se necesitan cambios profundos en la sistemática que están más allá del alcance de este estudio para clasificar a los Characidae en géneros monofiléticos.