Hipótesis: El tratamiento del melanoma que ha hecho metástasis en los ganglios supraclaviculares debe ser intensivo y utilizar un abordaje multimodal.
Diseño: Análisis retrospectivo de historias clínicas.
Entorno: Seis centros de atención primaria, 2 de los cuales eran centros de referencia.
Pacientes: Dieciocho pacientes diagnosticados con un patrón raro de melanoma avanzado metastásico en la región clavicular.
Intervención: Radioterapia combinada, quimioterapia y escisión quirúrgica completa de las cuencas ganglionares afectadas.
Medida principal de los resultados: Duración de la supervivencia desde el momento del diagnóstico y el tratamiento hasta el momento del seguimiento.
Resultados: La mediana de supervivencia entre los 18 pacientes fue de 28 meses con una tasa de supervivencia del 22% a los 5 años del diagnóstico. Entre los pacientes que recibieron radioterapia en la cuenca ganglionar clavicular, la duración media de la supervivencia fue de 88,7 meses con una tasa de supervivencia a 5 años del 50% en comparación con una duración media de la supervivencia de 33,8 meses y 8.tasa de supervivencia a 5 años del 3% en pacientes que no recibieron radioterapia (P<.001). La supervivencia media entre los pacientes que se sometieron a disección de ganglios supraclaviculares fue de 45,8 meses, con una tasa de supervivencia de 23,1% a los 5 años después del diagnóstico, en comparación con una supervivencia media de 52 meses y una tasa de supervivencia de 20% a 5 años entre los pacientes que no recibieron linfadenectomía terapéutica. De los 11 pacientes que se sometieron a linfadenectomía terapéutica, 2 también recibieron radioterapia en la cuenca ganglionar supraclavicular y continuaron sin enfermedad a los 82 y 130 meses. Todos los sobrevivientes a largo plazo recibieron tratamiento con quimioterapia intrarterial.
Conclusión: En una serie de pacientes con melanoma maligno metastásico a los ganglios linfáticos claviculares, el tratamiento multimodal con radioterapia, quimioterapia y escisión quirúrgica completa de las cuencas ganglionares afectadas proporcionó una tasa de supervivencia apreciable a 5 años.