LAS MUJERES SE MEZCLAN CON LOS HOMBRES EN LA PRISIÓN DE ILLINOIS

En algunos estados, los funcionarios penitenciarios han recurrido a las prisiones mixtas para remediar las desigualdades en los programas. Las cárceles para hombres suelen ofrecer más programas educativos que los destinados a las mujeres.

En Logan, algunos de los reclusos varones se quejan de que la presencia de mujeres, con el escrutinio adicional de los guardias, ha hecho que la vida en prisión sea más difícil.

» Nos metes en prisión con mujeres, y luego nos dices que no podemos estar demasiado cerca de ellas», dijo James Rich, quien cumple su segunda sentencia en Logan por robos. «Está metiendo a la gente en más problemas de los que estaban en un principio.»La homosexualidad Disminuyó

Cuando los guardias se enteraron de que las mujeres entrarían en la prisión, les dijeron a los funcionarios que temían que las reclusas les «tendieran una trampa» afirmando falsamente que habían sido acosadas sexualmente. No se han producido incidentes de este tipo aquí. Los guardias dicen que sus responsabilidades han aumentado ahora que deben vigilar de cerca a los reclusos de ambos sexos juntos. Sin embargo, señalaron que las infracciones por comportamiento homosexual han disminuido desde la introducción de las mujeres.

En las sesiones de capacitación para guardias, los funcionarios de prisiones enfatizaron que «un recluso es un recluso es un recluso, sin importar si es hombre o mujer», dijo el Sr. McEvers. Pero los hombres aquí sostienen que las mujeres son tratadas de manera preferente. Por ejemplo, los hombres sólo deben llevar camisetas y jeans expedidos en prisión, mientras que las mujeres pueden guardar sus armarios personales.

En la prisión de mujeres en Dwight, las reclusas seleccionadas para ser transferidas a Logan inicialmente no estaban satisfechas con el traslado. «Pero ahora estamos recibiendo voluntarios», dijo Gwen V. Thornton, asistente de alcaide de Dwight.

«Algunos de los hombres aquí te tratan con respeto, y otros son idiotas ignorantes», dijo Elizabeth Ramírez, una reclusa. «No es tan diferente de lo que es por fuera.»

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