Prepararse para eventos inesperados es una parte importante de mantener a los niños seguros y saludables durante todo el año. Eventos como la propagación de una infección grave, una explosión, un terremoto o un evento meteorológico, como un huracán, pueden causar problemas de salud a un gran número de personas, y especialmente a los niños.
Los niños constituyen una de cada cuatro personas en los Estados Unidos y tienen necesidades especiales durante y después de las emergencias. Los niños no son solo adultos pequeños; sus cuerpos son diferentes de los cuerpos de los adultos. Aunque los niños más pequeños a menudo se ven más afectados que los adultos durante los desastres, hay preocupaciones para los niños de todas las edades durante las emergencias porque
- Es posible que los niños no puedan seguir instrucciones o tomar decisiones para mantenerlos alejados del peligro durante un desastre.
- El cuerpo de los niños consume energía más rápido que el de los adultos, y necesitan comida y agua con más frecuencia. Esto significa que absorberán venenos o sustancias químicas peligrosas más rápido que los adultos.
- Los niños tienen la piel más delgada y respiran más rápido que los adultos, lo que los hace más propensos a ingerir sustancias nocivas a través de la piel o inhalarlas.
- Los niños son más pequeños que los adultos, pero tienen más piel en relación con su tamaño general, en comparación con los adultos. Esto significa que tienen una mayor probabilidad de ser dañados por ciertos productos químicos o temperaturas muy calientes o frías.
- Es más probable que los niños se metan las manos en la boca y pasen más tiempo al aire libre y en el suelo, lo que los hace más propensos a entrar en contacto con peligros en el medio ambiente.
- Es posible que los niños no puedan explicar cómo se sienten, lo que puede dificultar la identificación de un problema médico y tratarlo rápidamente.
- Los niños tienen más contacto con otras personas y tienen sistemas inmunitarios menos desarrollados para combatir las infecciones. Esto significa que es más probable que contraigan una enfermedad que se puede propagar de persona a persona.
- Algunos niños tienen necesidades especiales de atención médica. Esto puede aumentar la probabilidad de que un niño se enferme durante una emergencia, especialmente si el niño está separado de un padre o cuidador.
Cuidar a los niños durante los procedimientos de emergencia requiere planificación y acción antes de que ocurra una emergencia.
Progreso en la Inclusión de las Necesidades de los niños durante Emergencias
Aunque los niños tienen una mayor probabilidad de sufrir daños durante una emergencia, se presta especial atención a las necesidades de los niños para asegurarse de que no se pasen por alto cuando se elaboran o ejecutan planes de emergencia. El cuidado de los niños durante los procedimientos de emergencia, como la evacuación, la descontaminación y el alojamiento, requiere planificación y acción antes de que ocurra una emergencia. Por ejemplo, en una emergencia, los hospitales podrían tener que atender a un gran número de niños. Sin una planificación previa, es posible que los hospitales no tengan el equipo y los suministros adecuados para atender a más pacientes jóvenes de la cantidad habitual.
Las agencias en las comunidades locales y a nivel estatal y nacional están trabajando para garantizar que los niños estén protegidos durante los desastres tomando medidas, como
- Establecer conexiones nuevas o más sólidas entre la salud pública, los proveedores de atención médica para niños, los hospitales infantiles, las escuelas y la Junta de Educación;
- Desarrollar instrucciones sobre cómo mantener sanos a los niños durante una emergencia y cómo tratar a los niños que están enfermos o tienen necesidades especiales de atención médica;
- Compartir información e ideas sobre la inclusión de las necesidades de los niños en los planes de emergencia y sobre cómo llevar a cabo estos planes durante una emergencia; y
- Prepararse para el próximo evento revisando lo que se aprendió de eventos anteriores y haciendo mejoras.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) crearon una Unidad de Preparación para Niños (CPU, por sus siglas en inglés) en 2012 para centrarse en proteger a los niños durante brotes y otras emergencias. CPU trabaja con socios para incluir las necesidades de los niños en todas las etapas de una emergencia. CPU ha participado en estas respuestas de emergencia de los CDC:
- Menores no acompañados (2014)
- Virus del Ébola (2014-2015)
- Virus del Zika (2015-2017)
- Contaminación del agua de Flint, MI Icono externo (2016)
- Huracán Matthew (2016)
- Huracanes Harvey, Irma y María (2017)
- Huracanes Florence y Michael (2018)
- Brote de lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o vapeo (2019)
- COVID-19 (2020)
Se ha avanzado
, pero aún queda mucho por hacer para proteger a los niños en situaciones de emergencia. Más investigación podría determinar qué tan bien los planes de emergencia han protegido a los niños hasta ahora, cómo se pueden mejorar los planes y qué se puede hacer para servir mejor a los niños durante los eventos de emergencia. Por ejemplo, la investigación podría proporcionar información sobre la salud mental de los niños en los desastres. Los niños responden a los eventos perturbadores de manera diferente, dependiendo de su edad y estado de desarrollo. Tener en cuenta estas diferencias en los planes de emergencia podría ser una forma de mejorar el cuidado de los niños.
Prepararse para cuidar a los niños durante un desastre no siempre es fácil, pero planificar ahora puede proteger su seguridad y salud en el futuro. Para obtener más información sobre los niños en situaciones de emergencia, visite el sitio de Atención a niños en un lugar de desastre de los CDC.