La liberación miofascial (MFR) puede ser una de sus mejores herramientas de tratamiento como profesional de rehabilitación pélvica. En caso de que no pienses en la fascia a menudo, aquí hay un par de cosas útiles para recordar. La fascia es el tejido conectivo irregular que cubre todo el cuerpo, y es el sistema sensorial más grande del cuerpo, por lo que está altamente inervado. El efecto movilizador de las técnicas MFR ocurre estimulando varios mecanorreceptores dentro de la fascia (no por la fuerza real aplicada). Las técnicas MFR pueden ayudar a reducir la tensión tisular, relajar los músculos hipertónicos, disminuir el dolor, reducir el edema localizado y mejorar la circulación, solo por nombrar algunos efectos fisiológicos.
Un interesante informe de caso publicado en 2015 por el Journal of Women’s Health Physical Therapy1 ofrece un maravilloso ejemplo de cómo un fisioterapeuta utilizó técnicas específicas de MFR para un paciente con fimosis del clítoris y dispareunia. Las técnicas específicas de MFR utilizadas ayudaron a proporcionar alivio y restaurar la movilidad a los tejidos pélvicos de este paciente.
La fimosis del clítoris es la adherencia entre el prepucio del clítoris (también conocido como capucha del clítoris) y el glande. Esta afección puede ser el resultado de traumatismos contundentes, infecciones crónicas, dermatosis inflamatorias y falta de higiene. En este informe de caso, la paciente de 41 años de edad había sufrido una lesión traumática contundente en la vulva (cuando su hijo pequeño cargó, contactando con su cabeza a la fuerza en la región púbica de la paciente). Se sometió a fisioterapia con quejas de dispareunia, dolor lumbar, sensación de moretones en la región púbica, dolor vulvar provocado por excitación sexual, disminución de la sensibilidad del clítoris y anorgasmia. El fisioterapeuta completó una evaluación ortopédica para el cuarto inferior (incluida la columna vertebral y las extremidades), así como una evaluación exhaustiva de los músculos del suelo pélvico.
El tratamiento para este paciente no solo abordó las quejas pélvicas, sino también las quejas del cuarto inferior. En el informe del caso se describe un resumen detallado del tratamiento para cada visita. El MFR del clítoris y el estiramiento se realizaron aplicando una pequeña cantidad de lubricante tópico al prepucio del clítoris. Luego, se usó un dedo enguantado o un hisopo de algodón para estabilizar el clítoris, se aplicó un MFR prolongado o un estiramiento sostenido en la dirección alejada del clítoris fijado por el otro dedo del terapeuta. El terapeuta aplicó esta técnica a lo largo de toda la longitud del prepucio. Las otras intervenciones de fisioterapia con las que se trató a este paciente fueron estiramientos, movilización articular, técnicas de energía muscular, masaje muscular transvaginal del suelo pélvico, técnicas de MFR del prepucio del clítoris, biorretroalimentación, técnicas de Terapia Manual Integrativa (TMI), movilización de nervios y ejercicios terapéuticos y de control motor. Además, entre la evaluación de terapia física y la segunda visita, la paciente usó crema tópica de Clobetasol al 0,05% (comúnmente prescrita para problemas de dermatitis vulvar, como la esclerosis de Liquen) durante 30 días sin cambios en su fimosis del clítoris.
Después de 11 sesiones, el paciente presentó resolución de dispareunia, dolor vulvar, dolor púbico y dolor lumbar reducido. Además, el paciente tenía una movilidad 100% restaurada del prepucio del clítoris, así como sensibilidad del clítoris normalizada y orgasmo del clítoris. La paciente sintió que estas mejoras aún estaban presentes en su entrevista de seguimiento de 6 meses por teléfono. El tratamiento médico actual para la fimosis del clítoris es la liberación quirúrgica o corticosteroides tópicos / inyectables. Tener una opción de tratamiento conservadora, como MFR, para esta afección puede ser útil para los pacientes. Al igual que con la mayoría de las técnicas de tratamiento en evolución, es apropiado realizar más investigaciones y estudios.
Ningún profesional de la salud había evaluado la movilidad fascial del clítoris hasta que este fisioterapeuta lo hizo. Este informe de caso es un ejemplo de cómo las técnicas MFR pueden ser herramientas de tratamiento eficaces para sus pacientes con trastornos pélvicos y un buen recordatorio para verificar la movilidad fascial de los tejidos pélvicos.
Morrison, P., Spadt, S. K., & Goldstein, A. (2015). El Uso de Técnicas de Liberación Miofascial Específicas por parte de un Fisioterapeuta para Tratar la Fimosis del Clítoris y la Dispareunia. Revista de Terapia Física para la Salud de la Mujer, 39(1), 17-28.