El hongo de uñas es una infección debajo del tejido de queratina dura que daña lentamente las uñas. El término médico es onicomicosis, y esta infección es causada por hongos microscópicos que prosperan en ambientes cálidos y húmedos, especialmente aquellos sin mucha circulación de aire. Usted está expuesto al hongo en el ambiente, y luego, si los dedos de los pies están sudorosos y calientes, la infección se afianza. Las piscinas públicas, los vestuarios, las saunas, los gimnasios y los baños son los principales criaderos de hongos.
A medida que el patógeno se mete debajo de las uñas a través de pequeños cortes o separaciones entre el lecho de la uña y el tejido duro, se multiplica y se propaga rápidamente. Comienza a romper las uñas de los pies, causando engrosamiento, fragilidad, decoloración y agrietamiento. A veces, el dedo afectado emite un olor fétido y los desechos se acumulan debajo del tejido duro. Los cambios en la forma de las uñas pueden hacer que sea incómodo usar zapatos.
La infección es altamente contagiosa, por lo que puede pasar fácilmente de un dedo del pie a otro, al suelo y al calzado a su alrededor e incluso a otras personas. Caminar descalzo en áreas de alto riesgo, compartir calzado con una persona infectada o tocar los pies de alguien con el hongo aumentan considerablemente sus probabilidades de desarrollar la afección. Los hongos en las uñas tampoco mejoran sin tratamiento. De hecho, por lo general empeora y causa complicaciones si se permite que se supuren. El daño en las uñas también abre los dedos de los pies a infecciones bacterianas, lo que es un riesgo particularmente grave para las personas con diabetes u otras afecciones que afectan el sistema inmunitario.