Resumen
La pérdida de aves rapaces y, en particular, del halcón peregrino durante el uso de hidrocarburos clorados como plaguicidas ha dado lugar a un debate sobre los medios por los que estos compuestos produjeron sus efectos. El efecto del adelgazamiento de las cáscaras de huevo es bien conocido y este puede haber sido la principal contribución al cambio en la capacidad reproductiva. Otras especies de aves, sin embargo, han aumentado su población en Irlanda durante el mismo período. El cuervo encapuchado y la garza continuaron teniendo éxito durante este período. La urraca también ha aumentado su población. El cuervo y la urraca son carroñeros y no rapaces, mientras que la garza es una rapaz para los peces. Otra posibilidad es que el peregrino haya sido particularmente susceptible a la acción de los hidrocarburos clorados debido a su dependencia de la precisión proporcionada por su sistema nervioso para hacer su sacrificio y, por lo tanto, continuar alimentándose. Además, se ha sugerido que ha mostrado signos de irritabilidad e hiperactividad, lo que, durante el período de incubación del huevo, pondría en mayor riesgo a un huevo de cáscara fina.
También se sabe que la actividad de los mamíferos se ve perturbada por una carga corporal de hidrocarburos clorados. Aunque no se han aportado pruebas de que estos compuestos tengan un efecto directo en la reproducción, la supervivencia de la rata recién nacida puede estar en riesgo por un cambio en el comportamiento de la madre. Incluso a niveles bajos, los hidrocarburos clorados pueden provocar un cambio de comportamiento. Se puede encontrar que la hembra muerde el cordón umbilical, pero no se detiene hasta que la mordió en el abdomen. El fracaso en la reproducción fue, por lo tanto, un fracaso en la supervivencia del recién nacido.