Las fechas de la vida y el reinado de Hammurabi son inciertas. Se cree que sucedió a su padre, Sinmuballit, en 1792 a.C., cuando Babilonia no era más que el centro de una pequeña ciudad-estado de unos 80 kilómetros (50 millas) de radio (véase Babilonia y Asiria). El conocimiento de los acontecimientos de su vida se deriva de inscripciones históricas y de construcción, el prólogo de sus leyes, su correspondencia y otros materiales. La duración de su reinado se establece por lo que se llaman fórmulas de fecha—el nombramiento de años para logros significativos o actos del rey.
El área sobre la que Hammurabi gobernaba es Irak hoy en día. Antiguamente era Mesopotamia, la tierra entre los ríos Tigris y Éufrates. Se le atribuye la unión de la mayor parte de esta área bajo un imperio extenso por primera vez desde que Sargón de Akkad lo hizo alrededor del año 2300 a.C. Para ello, Hammurabi emprendió varias campañas militares. El propósito de la mayoría de sus operaciones era obtener el control de las aguas del Tigris y el Éufrates, de las que dependía la productividad agrícola. Algunas campañas se referían al control de las rutas comerciales o al acceso a las minas en el Irán.
El rey comenzó sus campañas militares en 1787 conquistando las ciudades de Uruk e Isn al sur. Luego volvió su atención hacia el noroeste y el este. El poder de Asiria le impidió lograr resultados significativos, y durante 20 años no se informó de ninguna actividad bélica importante. Usó el tiempo para fortificar ciudades en sus fronteras del norte.
Los últimos 14 años del reinado de Hammurabi fueron eclipsados por la guerra. En 1763 luchó contra una coalición al este del Tigris que amenazaba con bloquear el acceso a las áreas productoras de metal en Irán. El mismo año conquistó la ciudad de Larsa, lo que le permitió hacerse cargo de las antiguas ciudades sumerias del sur. Siguió esta victoria con la conquista de Mari, a 250 millas (400 kilómetros) río arriba en el Éufrates. Durante sus últimos dos años, el rey se concentró en la construcción de fortificaciones defensivas. Para entonces ya era un hombre enfermo, y el gobierno estaba en manos de su hijo, Samsuiluna.
Hammurabi realizó grandes cambios en todas las esferas de la vida, principalmente de la transformación de una pequeña ciudad-estado en un gran imperio. La mayor parte de su gobierno se dedicó al establecimiento de la ley y el orden, edificios religiosos, proyectos de riego y obras de defensa. Supervisó personalmente la administración del gobierno. Al hacerlo, no logró crear un sistema burocrático permanente. Este fracaso fue la razón principal del rápido deterioro de su imperio después de su muerte. Los historiadores creen que los logros de Hammurabi son exagerados. Esto se debe en parte a la fama que obtuvo cuando se descubrió su código de leyes. Su logro duradero fue desplazar el teatro principal de la historia mesopotámica hacia el norte, donde permaneció durante 1.000 años.