Hay muchas razones que motivan a las personas a buscar un entrenador de habla, pero todas ellas generalmente caen en una de tres categorías amplias, y son claridad, confianza y credibilidad. Cada cliente que entra a mi oficina está preocupado por al menos uno de esos problemas, y cada mejora que buscamos está dirigida a reforzar esos tres rasgos críticos.
La claridad a menudo se considera cuando pensamos en el contenido, estructurando nuestros pensamientos en una secuencia lógica y eligiendo las palabras correctas. Incluso reconocemos la importancia de cosas como la proyección, la pronunciación y la dicción. Pero las buenas habilidades de comunicación requieren más que solo el lenguaje. Necesitas más que tu boca y tu cerebro.
Para comunicarse bien, debe hacer más que solo decir las palabras. Debe cuidar al oyente y asegurarse de que reciba el mensaje. Es fácil pasar por alto esa fase final del proceso cuando tienes la ventaja de saber lo que estás a punto de decir, antes de que lo hayas dicho. No asumas que estás siendo claro.
Aquí hay algunos obstáculos comunes a la claridad. Abordar estos problemas asegurará que tenga las habilidades de comunicación para ser coherente y fácil de entender.
La velocidad rápida es una de las causas más comunes de habla poco clara. Los sonidos vocálicos se acortan y las palabras se convierten en un revoltijo de consonantes. Reducir el ritmo de su discurso le da tiempo para formar sonidos con precisión y le da a sus oyentes tiempo para absorber lo que ha dicho. Aprender a respirar profundamente mientras hablas es una de las estrategias más efectivas para disminuir la velocidad de forma natural.
Murmurar a menudo va de la mano con el habla rápida. Cuando hablas rápido, tu boca no tiene tiempo para abrirse muy lejos. Los sonidos del habla se distorsionan al ser exprimidos a través de los dientes. Practicar la relajación de la mandíbula y la lengua crea más apertura en la boca y fomenta una mayor precisión en la formación de vocales y consonantes.
Una voz silenciosa a menudo contribuye a la falta de claridad. Cuando no está poniendo suficiente sonido en la habitación, sus oyentes no tienen nada con qué trabajar. Usar más respiración, sentir vibraciones de sonido en su cuerpo y permitir que su voz llene la habitación generará más energía, sin esfuerzo. Recuerde, su voz le parecerá más fuerte de lo que suena a sus oyentes. Acostúmbrate.
Un acento puede dificultar que otros te entiendan. No hay nada malo con los acentos. De hecho, todo el mundo tiene uno, dependiendo de quién esté escuchando. Pero un acento fuerte puede llevar a confusión e incluso frustración, especialmente si se combina con una voz tranquila y/o un habla rápida. Aprender a mejorar algunas habilidades lingüísticas seleccionadas estratégicamente a menudo producirá mejoras dramáticas en la claridad. Pero primero, asegúrate de hablar despacio y proyectar bien. Eso podría ser todo lo que se requiere.
No hablar claramente no es un inconveniente menor; tiene serias implicaciones para su imagen personal y éxito profesional. Cuando los oyentes luchan por entenderte, eventualmente te ignoran. Abordar las causas subyacentes le permite comunicarse de manera fluida y distintiva. Mejorar la claridad no solo fortalece tus habilidades de comunicación, sino que mejora tu imagen y hace que los demás respondan mejor a tu mensaje.