El vínculo entre la música clásica y el aprendizaje está bien establecido. Se ha demostrado que mejora ciertas formas de inteligencia, como las habilidades verbales y espaciales.
Y los maestros que tocan Mozart regularmente mientras los estudiantes practican habilidades matemáticas informan que ayuda con la concentración y la atención.
Pero, ¿sabía que la música clásica puede tener un efecto positivo en la gestión del aula?
La reproducción de música clásica en segundo plano cuando los estudiantes ingresan al aula puede reducir la tensión y la ansiedad, lo que los hace menos inclinados a actuar. También construye una asociación subconsciente entre el sonido de la música y el comportamiento que es propicio para el aprendizaje.
Un estudio en pacientes cardíacos encontró que la música clásica tiene los mismos beneficios para reducir el estrés que el medicamento Valium. El estudio no implicaba que la música los hiciera somnolientos, solo más relajados.
En 2004, la música clásica se conectaba a las estaciones del metro de Londres y a ciertos barrios peligrosos. Como resultado, los incidentes de vandalismo, asalto y robos se redujeron en esas áreas hasta en un 37%.
¿Se ha alojado en un hotel recientemente? Parece que cada vez más de ellos están tocando música clásica a medida que entras por primera vez en tu habitación. Quieren que asocies sentimientos de relajación y paz con una estancia en su hotel.
Las tiendas también utilizan música y un atractivo para nuestro sentido del olfato para mejorar nuestra experiencia de compra. Abercrombie y Fitch, por ejemplo, trabajan especialmente duro en esto. Quieren construir asociaciones positivas y de moda con el acto de entrar en sus tiendas.
Otros, como Starbucks, utilizan la música para crear una atmósfera que representa la imagen que quieren transmitir en la mente del cliente.
¿Qué asociaciones tienen sus estudiantes al ingresar a su aula? Una experiencia caótica, ruidosa o frenética aumentará la tensión, fomentará el mal comportamiento y afectará negativamente la atención.
El mismo acto de entrar en ciertas aulas puede desencadenar sentimientos de inquietud en los estudiantes. Piense en una tienda Walmart el día después de Acción de Gracias. Las situaciones caóticas hacen que las personas se comporten mal y hagan cosas que normalmente no harían.
En medio de la energía inquieta, los estudiantes no están listos para aprender, y los maestros tienen una batalla cuesta arriba antes de que el día haya comenzado.
La música clásica es una manera fácil de empezar a construir asociaciones positivas al entrar en el aula. Tan pronto como los estudiantes escuchan a Bach o Vivaldi flotando desde la puerta, saben que es hora de aprender.
Pero no es algo que hagas de vez en cuando. Debe hacerse todos los días junto con una rutina matutina específica.
Es importante elegir música sin grandes crescendos y transiciones sorprendentes (evita Wagner). Por otro lado, he encontrado pistas compiladas específicamente para la relajación que no me inspiran. La mejor música clásica para el aula son las obras populares de Mozart, Bach, Tchaikovsky y, mi favorita personal, Vivaldi.
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Ponga la música tan pronto como llegue por la mañana y escuche mientras se prepara para el día. Lo pondrá en un estado de ánimo productivo y le recordará el tono de sentimiento que desea promover en su aula.
Nunca deje que sus estudiantes olviden que su aula es un lugar para aprender. Además de tener un potente efecto calmante, la música clásica es un recordatorio perfecto.
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