Para un pequeño número de personas que viven con enfermedad celíaca, una dieta sin gluten no es suficiente para detener los síntomas graves que de otro modo serían. Estos pacientes se clasifican como pacientes con enfermedad celíaca refractaria (ECR), que generalmente afecta entre el 2 y el 5 por ciento de los pacientes con enfermedad celíaca.
En un tipo de DCR llamado RCDII, los glóbulos blancos que se encuentran en la pared del intestino delgado se dividen y multiplican en cantidades excesivas. En aproximadamente la mitad de los pacientes con RCDII, estas células, llamadas linfocitos, se convierten en una forma particularmente rara de linfoma.
Esta forma poco frecuente y muy agresiva de cáncer de glóbulos blancos se denomina linfoma de células T asociado a enteropatía.
Las células T del cuerpo, un tipo de célula inmunitaria que controla la reacción del cuerpo al gluten, entre otras cosas, tienen una reacción inflamatoria muy fuerte al gluten. Cuando detectan la proteína, producen citoquinas, que a su vez estimulan otras células inmunitarias. Esto conduce a la respuesta extremadamente inflamatoria y dolorosa típica de la enfermedad celíaca, pero en algunos casos raros, también conduce al cáncer.
Los investigadores han sabido que la aparición de esta forma rara de linfoma depende de la citocina IL-15, que hace que las células malignas se multipliquen. Sin embargo, en esta última investigación, científicos de los Países Bajos han demostrado que otras tres citocinas – TNF, IL-2 e IL-21 – también pueden causar proliferación de células malignas.
Estos hallazgos sirven para aclarar aún más cómo responde el sistema inmunitario del cuerpo al gluten y cómo esto puede estimular el crecimiento de células cancerosas en RCDII.
La Dra. Lara Bennett, gerente de comunicaciones científicas de Worldwide Cancer Research, comenta sobre la importancia de los hallazgos:
«Este es otro gran ejemplo de la importancia de la investigación de descubrimiento en etapas tempranas. Este es un tipo poco frecuente de cáncer, pero los hallazgos podrían ser de beneficio real para este grupo pequeño pero importante de pacientes con enfermedad celíaca refractaria.»
El Dr. Jeroen van Bergen, investigador de LUMC y científico mundial de Investigación del Cáncer, explica por qué el siguiente paso importante en esta investigación es identificar en qué parte del desarrollo del linfoma se involucran estas tres citocinas.
«Es probable que en el momento del diagnóstico del linfoma, el paciente ya haya experimentado décadas de inflamación intestinal», dice el Dr. van Bergen. «Necesitamos determinar hasta qué punto ayudaría bloquear estos factores de crecimiento recién descubiertos con medicamentos específicos en el momento del diagnóstico. Mientras tanto, hemos probado un gran número de medicamentos potenciales en el laboratorio, y dos de ellos parecen prometedores. Pero esto solo es interesante en términos de un tratamiento nuevo si estos factores de crecimiento todavía tienen un papel que desempeñar en el crecimiento y el desarrollo del linfoma después del diagnóstico.»
Aprenda cómo una dieta sin gluten puede tener ‘consecuencias no deseadas’ para la salud.