Departamento de Neurología

  • Un análisis de sangre para buscar defectos genéticos

  • Estudios de conducción nerviosa para medir la fuerza y la velocidad de las señales eléctricas que pasan a través de los nervios

  • Electromiografía para medir qué tan bien responden los músculos a la estimulación eléctrica

  • Biopsia de nervio, que consiste en tomar una pequeña parte de un nervio y examinarla con un microscopio

Tratamiento

No hay cura para la TMC, pero estas opciones de tratamiento pueden ayudar:

  • Fisioterapia para fortalecer y estirar los músculos. Esto puede ayudar a prevenir o retrasar la discapacidad causada por debilidad y deformidad

  • Terapia ocupacional para ayudar con sus actividades diarias. Esto incluye el uso de dispositivos especiales, como empuñaduras de goma, o el cambio de botones y cremalleras a Velcro

  • Dispositivos ortopédicos como tirantes para los tobillos, botas altas y férulas para el pulgar

  • Medicamentos para el dolor si es necesario

Complicaciones

La TMC no es una enfermedad mortal, y la mayoría de las personas viven a una edad normal y permanecen activas. En casos raros, la CMT puede afectar los músculos que necesita para respirar. Debido a que esto puede ser especialmente peligroso por la noche, es posible que necesite un dispositivo de asistencia respiratoria nocturno.

Las complicaciones más comunes incluyen:

  • Lesiones por caídas

  • Empeoramiento de la enfermedad que ciertos medicamentos recetados pueden causar

  • Lesiones o infecciones de los pies que pasan desapercibidas por falta de dolor y sensación de temperatura

Prevención

No hay manera de prevenir la TMC.

Cómo manejar o vivir con TMC

Aprenda todo lo que pueda sobre su enfermedad y trabaje en estrecha colaboración con su neurólogo. El asesoramiento genético puede ser importante para la planificación familiar. Otras formas de controlar su enfermedad incluyen:

  • Hacer ejercicio aeróbico regular de bajo impacto

  • Evitar el alcohol, excepto con moderación

  • Llevar una dieta saludable y mantener un peso saludable

  • Revisarse los pies regularmente para detectar cualquier lesión o infección

  • Informar a su médico sobre cualquier medicamento recetado nuevo

  • Llame a su médico si tiene síntomas nuevos, signos de lesión o infección en el pie, o dificultad para respirar

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