Una cultura cívica o cultura política cívica es una cultura política caracterizada por» la aceptación de la autoridad del Estado «y»la creencia en la participación en los deberes cívicos». El término fue utilizado por primera vez en el libro de Gabriel Almond y Sidney Verba, La Cultura Cívica. La cultura política cívica es una mezcla de otras culturas políticas, a saber, culturas políticas parroquiales, de sujetos y participantes. Almond y Verba caracterizaron a Gran Bretaña por tener una cultura política cívica. En » Is Britain Still a Civic Culture?»Patrick Seyd y Paul Whiteley discuten hasta qué punto se puede considerar que Gran Bretaña tiene una cultura política cívica. El término cultura cívica se utiliza para identificar las características de la cultura política que explican la estabilidad de la estructura política de una sociedad democrática.
Almond y Verba afirman que las siguientes son características de una cultura cívica:
- Orientación hacia el sistema político en el sentido político y gubernamental
- Orgullo en aspectos de la propia nación
- Expectativa de un trato justo por parte de las autoridades gubernamentales
- Capacidad para hablar libremente y con frecuencia sobre política
- Participación emocional en las elecciones
- Tolerancia hacia los partidos de oposición
- Valoración de la participación activa en las actividades del gobierno local, los partidos y las asociaciones cívicas
- Confianza en sí mismo en la competencia para participar en política
- Cooperación cívica y confianza
- Membresía en las asociaciones políticas.
La combinación adecuada de los diversos tipos de cultura política proporcionará una cultura que tendrá una implicación positiva para el crecimiento de la democracia.