Los depósitos de cobalto se pueden encontrar en todo el mundo y son más prominentes en el Cinturón de Cobre Africano, con más del 60% de la producción mundial de cobalto de un solo país: la República Democrática del Congo (RDC).
La República Democrática del Congo es la antítesis de la estabilidad y tiene una larga y accidentada historia empañada por conflictos internos, guerras civiles y problemas de infraestructura.
China controla la mayor parte de la producción mundial refinada de cobalto y depende de la RDC para más del 90% de su suministro de cobalto.
Existe una fuerte posibilidad de riesgo geopolítico futuro en la RDC que resulte en una interrupción significativa del material en la producción de cobalto, con el potencial de una grave contracción del suministro mundial de cobalto
En 2016, aproximadamente el 60% del cobalto extraído fue como subproducto del cobre, el 38% como subproducto del níquel y el 2% restante de minas primarias de cobalto.
La principal consecuencia de ello es que, a diferencia de la mayoría de los metales comunes, los cambios en la producción mundial de cobre y níquel son los principales determinantes de los cambios en la producción de cobalto y no la dinámica de la oferta y la demanda y la fijación de precios del cobalto en sí.
Se espera que el suministro de cobalto a corto y medio plazo aumente, aunque a un ritmo más lento que la demanda, creando un déficit de oferta hasta finales de 2019.