el tiempo mínimo requerido para que una corriente eléctrica constante del doble del voltaje de umbral excite el tejido. El concepto de cronaxia fue introducido en 1909 por el fisiólogo francés L. Lapicque.
Hasta finales del siglo XIX, la excitabilidad en los tejidos se determinaba de acuerdo con el umbral de estímulo. En 1892, el fisiólogo ruso N. E. Vvedenskii estableció la importancia del tiempo como factor determinante del curso de una reacción fisiológica. El físico holandés L. Gorweg (1892) y el fisiólogo francés G. Weis (1901) establecieron experimentalmente que la magnitud de un estímulo que produce excitación en los tejidos dependía inversamente de la duración de la acción del estímulo y podía expresarse gráficamente mediante una hipérbola (ver Figura 1). La tensión mínima que producirá excitación cuando se aplique sin limitación de tiempo, es decir, la reobase, corresponde en la figura al segmento OA (BC). El tiempo mínimo efectivo de acción del estímulo umbral corresponde al segmento OC; este tiempo de acción se denomina efectivo porque cualquier aumento adicional en el tiempo de acción de la corriente no tiene efecto en el origen del potencial de acción.
En el caso de estímulos breves, la curva de intensidad-tiempo se vuelve paralela al eje ordenado, es decir, la excitación no ocurre independientemente de la intensidad del estímulo. El enfoque asintótico de la curva a una línea paralela a la abscisa hace imposible determinar el tiempo efectivo con suficiente precisión. Esto se debe a que las desviaciones insignificantes en la reobase que reflejan cambios en el estado funcional de las membranas biológicas en reposo están acompañadas de fluctuaciones significativas en la duración del estímulo. En consecuencia, Lapicque propuso medir otra magnitud convencional, la cronaxia, es decir, una duración del estímulo igual al doble de la reobase; en la Figura 1, esto corresponde al segmento OD (FE). En una magnitud dada del estímulo, el tiempo mínimo de acción del estímulo que produce un efecto umbral es igual a DE. Se ha establecido que la forma de la curva que representa la excitabilidad del tejido en relación con la intensidad y duración de un estímulo es similar en tejidos muy diversos. Las diferencias entre estos tejidos son significativas solo en relación con los valores absolutos de las magnitudes correspondientes, y principalmente con el tiempo; es decir, los tejidos excitables difieren entre sí en términos de la constante de tiempo de estimulación.
La cronaxia puede ser constitucional o subordinada. La cronaxia constitucional es relevante para el tejido, excluyendo la relación neuronal del tejido con el cuerpo. La cronaxia subordinada es relevante para el tejido en su relación natural con el cuerpo, y principalmente con el sistema nervioso central, que regula la actividad del tejido. En consecuencia, los cambios en la cronaxia subordinada, por ejemplo, en la de los músculos, reflejan cambios tanto en el músculo dado como en el sistema nervioso central. La cronaxia subordinada es generalmente más breve que la cronaxia constitucional.
La cronaxia de los tejidos excitables varía; es menos prolongada en los nervios que en los músculos esqueléticos. Entre los diferentes tipos de tejido muscular, los músculos estriados esqueléticos tienen la cronaxia más breve. La cronaxia del músculo cardíaco es más prolongada, y la de los músculos lisos es la más prolongada. La medición de la cronaxia por medio de la cronaximetría era anteriormente un medio común de estudiar la actividad locomotora del hombre.