DÍA 1: ¿Está bien establecer metas como cristiano?
Quieres seguir a Dios Y alcanzar metas con propósito. Pero te preocupa que establecer metas te aleje de los planes de Dios para ti. Entonces, te preguntas, » ¿Está bien establecer metas como cristiano? ¿Qué dice la Palabra de Dios acerca de cómo hacer esto y mantenerse en línea con Su voluntad?»Dios tiene mucho que decir acerca de las metas, la planificación intencional y administrar bien lo que se nos ha dado.
La respuesta corta: ¡los objetivos son buenos! Incluso Jesús tenía metas. Dios desea que vivamos a propósito, no por accidente. El hecho de que estés preguntando y buscando Su voluntad significa que quieres hacer bien esta vida. Su Palabra está a punto de iluminarte sobre cómo establecer las metas correctas y mantenerte motivado para alcanzarlas.
Pero, no esperes encontrar una lista de verificación o una fórmula de solución rápida para establecer metas en la Biblia. Si fuera tan fácil, podríamos leer la lista, marcarla y nunca hablar con Dios sobre nuestros planes. No se trata de seguir reglas, se trata de una relación con el que te creó con dones y talentos únicos para usar, Dios mismo.
¿La alternativa a establecer buenas metas? Vagando sin rumbo, dejando que la vida te pase. Piénsalo. ¿Alguna de las figuras clave de la Biblia se quedó sentada sin hacer nada? Claro, tuvieron sus pasos en falso, pero Moisés, David, Salomón, Ester, Rut, Juan, Pablo y Jesús Mismo tenían metas, y las persiguieron con la fuerza y sabiduría de Dios. Estás a punto de hacer lo mismo, un pequeño paso y un salto de fe a la vez.
Ora conmigo: Señor, quiero seguirte, fijando metas que se alineen con tu voluntad para mi vida. Gracias por crearme con dones y talentos únicos para usar para su mayor propósito. Quiero ir a donde tú vas. Por favor, muéstrame cómo establecer metas de la manera que deseas. Necesito tu sabiduría en planificación y propósito para poder administrar lo que me has dado—mi tiempo, mi dinero, mi trabajo, mis relaciones, mi salud—justo donde estoy. Abre mis ojos a Tu verdad y ayúdala a moverse de mi cabeza a mi corazón y a mis manos. En el nombre de Jesús. Amén!