Los investigadores que trabajan en el Centro de Biotecnología de la Universidad Federal de Paraíba en Brasil se propusieron probar la hipótesis de que una combinación de ingesta diaria de aceite de coco y entrenamiento físico restauraría la sensibilidad barorrefleja y reduciría el estrés oxidativo, lo que resultaría en una reducción de la presión arterial. Publicaron sus hallazgos hoy en la revista Applied Physiology, Nutrition and Metabolism (Fisiología Aplicada, Nutrición y metabolismo).
Sus experimentos se realizaron en ratas hipertensas espontáneamente. Descubrieron que tanto el aceite de coco como el entrenamiento físico podían reducir el aumento de peso en comparación con las ratas a las que se les dio solución salina y no se expusieron al protocolo de entrenamiento físico a lo largo de las 5 semanas de estudio.
Se demostró que la suplementación con aceite de coco o el entrenamiento físico reducían la presión arterial. Sin embargo, solo el aceite de coco combinado y el entrenamiento físico fueron capaces de devolver la presión a los valores normotensos. La reducción de la presión arterial causada por la combinación de suplementos de aceite de coco y entrenamiento físico podría explicarse por la mejora de la sensibilidad barorrefleja reducida y por la reducción del estrés oxidativo en el suero, el corazón y la aorta.
» Este es un hallazgo importante, ya que el aceite de coco se considera actualmente un «súper alimento» popular y está siendo consumido por atletas y la población en general que buscan un estilo de vida saludable», explicó el Dr. Valdir de Andrade Braga, coautor del estudio. «La posibilidad de usar aceite de coco como adyuvante para tratar la hipertensión se suma a la larga lista de beneficios asociados con su consumo. Nuestro siguiente paso es iniciar algunos ensayos clínicos para verificar si podemos reproducir esos hallazgos en pacientes humanos hipertensos.»